Para ver la parte 2 (sección anterior) de esta serie sobre la evolución de los genes, escrita por Casey Luskin, haz Click Aquí
Advertencia: este artículo está escrito en una forma irónica.
Advertencia: este artículo está escrito en una forma irónica.
El Jueguito de la
Evolución Génica es un juego muy fácil de jugar. En tres ejemplos, hemos de
desarrollar tres reglas que le podrán ayudar a explicar el origen de cualquier
gen nuevo. ¡Sí! ¡Cualquier gen! Comencemos con un ejemplo fácil:
Regla 1: La Varita
Mágica de la Duplicación Génica.
¿De dónde provienen los genes nuevos? La duplicación
génica es el proceso que típicamente usamos para explicar de donde surgen los
genes novedosos. Aquí se expone como trabaja la misma, en 4 pasos simples:
(1) Considere un gen que haya observado en algún
organismo. Lo llamaremos Gen B.
(2) Encuentre otro gen similar al Gen B. Lo llamaremos
Gen A.
(3) Afirme que, en algún momento del pasado, el Gen A se
duplicó de tal manera que llegó a haber dos copias del Gen A.
(4) Luego diga que uno de los duplicados del Gen A
evolucionó hasta convertirse en el Gen B.
De allí que la duplicación génica es una explicación muy
poderosa, y se ve como algo parecido a
esto:
¿No es fácil acaso? ¡Solamente hemos explicado cómo
evolucionó el Gen B! Así que, cuando usted encuentre dos genes con alta similitud
de secuencia, lo único que va a necesitar para explicar cómo uno evolucionó de
otro es la varita mágica de la duplicación génica.
El NCSE afirma: “La duplicación de genes es un evento
bastante común, y es el resultado de pequeños errores en el proceso de división
celular. Una vez que un gen se duplica es posible que una copia experimente
mutación y se añada información sin poner en riesgo el funcionamiento del gen
de pre-existente." Eso es todo lo
que usted necesita saber —cuando invoca al poder de la duplicación, no
necesita preocuparse acerca de si realmente existe algún camino evolutivo
funcional a seguir para el gen duplicado, ya que, si o si, adquiere alguna función nueva. En otras palabras, usted no tiene que
preocuparse acerca de cómo emerge la información genética funcional nueva debido
a que "la duplicación de genes" explicará todo lo que vale la pena
explicar. Es fácil conseguir
información genética adicional en el sentido teórico de Shannon [por
información de Shannon, véase el artículo anterior], y eso es todo lo que importa.
Regla 2: No se
preocupe, ¡La selección natural se encargará de todo!
Ahora bien, es obvio que el Gen B no se parece
perfectamente al Gen A (de lo contrario sería Gen A). Así que ahora nos queda
dar cuenta de cómo una copia del gen A adquirió su nueva función —la función B.
Un principiante en este fantástico juego podría pensar que esta es la parte clave
y más difícil de explicar, pues se trata de cómo surge la información genética
funcional nueva. Pero lo crea o no, este
realmente es el aspecto más fácil y más rápido de esta pieza de
entretenimiento: solo debemos invocar al poder de la "selección
natural" y ¡el problema está resuelto! Este diagrama muestra exactamente
cómo lo hacemos:
Una aspecto muy importante del Jueguito de la Evolución Génica es que la selección natural puede
transformar (o no transformar, dependiendo de lo usted que desea) casi
cualquier cosa. Y me refiero a cualquier
cosa.
No se preocupe por los detalles. Si quiere dar cuenta de
las diferencias entre el Gen B y Gen A, la selección natural siempre estará la
altura del desafío. No se preocupe si el Gen A’ necesita evolucionar de la
función A’ hacia la B por pequeños pasos secuenciales de adaptación. No se
preocupe por el orden en el que son cambiados los aminoácidos, o si se
requirieron muchas mutaciones para obtener la ventaja funcional (de todos modos
es muy poco probable de todo esto ocurra, así que simplemente ignórelo). No se
preocupe por las restricciones o limitaciones de adaptación, selección débil, o
pérdida de información debido a la deriva génica. Y, sobre todo,
definitivamente no haga ningún cálculo para determinar la probabilidad de que
todos los cambios hayan podido ocurrir en un período de tiempo razonable.
Sabemos que el gen tiene
que haber evolucionado, y por lo tanto, ha evolucionado. De allí que, usted
puede considerar a la selección natural como otra varita mágica. Podrá ser
utilizada siempre que desee explicar cómo un gen se ha transformado o
evolucionado para adquirir una función nueva.
Esta varita es una herramienta muy poderosa —puede explicar por qué algunas cosas se
transforman, y por qué otras siguen permaneciendo igual. ¡¿No es
sorprendente?! [1]
Regla 3: La Varita
Mágica del Reordenamiento.
Para jugar al Jueguito
de la Evolución Génica a usted todavía le resta conocer una última y no
menos importante regla. En algunas ocasiones simplemente el Gen B no será
similar al Gen A. Otras veces parte del Gen B lucirá similar al Gen A, mientras
que otra parte será más parecida a otro gen. Denominaremos a este último como
el Gen Z. No se preocupe — ¡explicar esto es pan comido! Comenzaremos invocando
a la duplicación: Imagine que tanto el Gen A como el Gen Z sufren una
duplicación, y luego ambas copias son repentinamente transportadas a lo largo
del genoma tal que pasan a localizarse en otro cromosoma distinto al que se
encontraban al comienzo. Este fenómeno se denomina “reordenamiento”. Si suena
un poco complicado, elaboraremos un diagrama a fin de mostrar como sucede.
Paso 1: El Gen A y el Gen Z se encuentran cada uno en
sitios diferentes, tal vez incluso en cromosomas diferentes:
Un proceso especial conocido como "reordenamiento"
de repente reorganiza y transporta tanto
al Gen A como al Gen Z para que terminen por encontrarse uno al lado del otro
en algún otro sitio del el genoma. El reordenamiento es una varita mágica poderosa
cuya habilidad se puede invocar para explicar cómo dos tramos de ADN, que
inicialmente estaban muy alejados, de repente terminan uno cerca de otro. A continuación, se podrá formar un nuevo gen
funcional:
Existen toda una gama de procesos de reordenamiento que
usted puede invocar —inserciones,
deleciones, inversiones, translocaciones — y puede hacerlo prácticamente en cualquier
orden y en cualquier cantidad que desee, a fin de explicar cómo se obtiene
cualquiera de los dos, o tres, o incluso decenas de piezas de ADN que provienen
de todo el genoma para terminar uno justo al lado del otro de manera que puedan
unirse, para que usted tenga su gen
funcional nuevo. Simplemente mezcle y combine estos tipos de
reordenamientos según le parezca necesario, para que pueda crear virtualmente
cualquier secuencia de ADN que desee —el reordenamiento siempre estará a la
altura del desafío.
Desde ahí, todo es cuesta abajo. La selección natural
puede perfeccionar el gen reordenado para que sea funcional. No es necesario
hacer demostraciones detalladas para que esto se considere realmente así. Solo con polvorear un poco de selección
natural sobre el Gen A y el Gen Z se podrá mágicamente combinar sus funciones y
hacerlos evolucionar hacia el Gen B. Con esto completamos nuestra explicación
de todo lo que necesitamos saber:
El uso de las tres varitas mágicas —duplicación, reordenamiento,
y selección natural— puede proporcionar
una explicación exhaustiva, completa y detallada de la evolución de
prácticamente cualquier gen.
¿No existe un
ancestro identificable? ¡No hay problema!
En primer lugar, habrá casos en los que su gen (es decir,
el Gen B) sólo tendrá un homólogo conocido, y de una especie completamente
diferente. ¿Cómo es que el Gen B se transportó a otro organismo? En estos
casos, simplemente invoque el poder de la transferencia
horizontal de genes [2] a fin de pegar
el gen correcto en tal organismo.
En segundo lugar, habrá veces en las que parte de su gen
no se parecerá a ninguna secuencia que pueda hallarse en otro gen conocido.
Algunas personas podrían preguntarse: "¿De dónde provino este gen? No reniegue por ello. ¿Recuerda lo que
dijimos acerca de la selección natural? Esta puede transformar lo que sea. De
manera que si usted no puede encontrar ningún otro gen similar, simplemente
asuma que su secuencia de ADN ha
evolucionado tanto por la acción de la selección natural que simplemente no
se parece a la secuencia ancestral. Pero no se preocupe, nunca, pero nunca se tratara de un caso en el que dirá que no es la
secuencia ancestral. Lo que sucede es que la habilidad poderosa de la
selección natural cambió tanto al gen que no podemos identificar ninguna
secuencia ancestral posible. [3]
Algunos consejos
sobre qué “hacer” y que “no hacer” en el Jueguito
de la Evolución Génica.
Antes de ir más lejos, pongo aquí un recordatorio de
algunas de las preguntas que usted NO necesita
hacer:
• Teniendo en cuenta los efectos y tasas de mutaciones, ¿cuáles
eran las probabilidades de que el Gen A y el Gen Z sean reordenados de repente uno
al lado de otro de modo que ahora puedan funcionar juntos como un solo gen, el gen B?
• ¿El gen reordenado B, comienza siendo funcional? Si no,
¿Cómo podría rápidamente ganar función? ¿Cómo es que fue preservado y no
eliminado, hasta que se hizo funcional?
• ¿Son las proteínas realmente tan maleables como se da
por sentado de forma indirecta en esta historia, o será que el nuevo producto
génico encontrará problemas de plegamiento u otros problemas contextuales?
• ¿Cuál fue la vía evolutiva (mutaciones) que hizo evolucionar
al Gen A y al Gen Z en un nuevo gen, el Gen B?
• ¿Qué ventajas selectivas se obtuvieron en cada pequeño
paso de esta vía evolutiva?
• ¿Se han requerido grandes saltos (es decir, múltiples
mutaciones específicas) a fin de obtener una ventaja selectiva a lo largo del
camino evolutivo? ¿Tales "grandes saltos " son probables de que
ocurran?
• ¿Puede suceder todo esto en un periodo de tiempo
razonable?
Usted no debe
preocuparse por contestar estas preguntas. De hecho, lo crea o no, ¡ni siquiera
necesita saber la función que cumple su gen para reclamar que evolucionó a
partir de A y Z! Todo lo que necesitas saber es que existen los Genes A, Z y B. Un resumen de estas 3 reglas simples del Jueguito de la Evolución Génica le
ayudará a explicar cualquier cosa:
Regla 1 del Jueguito
de la Evolución Génica: Cada vez que encuentre homología de secuencia entre
dos genes, simplemente sugiera un evento de duplicación de algún gen ancestral
hipotético; así ya puede explicar cómo dos genes diferentes llegaron a
compartir similitudes.
Regla 2 del Jueguito
de la Evolución Génica: Cuando tenga que explicar cómo un gen adquirió
alguna nueva función, o evolucionó diferencias a partir de otro gen,
simplemente invoque el poder de la varita mágica de la selección natural. No
hay necesidad de demostrar que hay algún beneficio para el nuevo gen, o que
existe un camino gradual a la adaptación. Ah, y recuerde, la selección natural
es especialmente útil cuando parte del gen parece único y sin homólogos
conocidos —ya que la selección natural puede transformar cualquier cosa, sólo concluya
que la selección natural cambió su gen lo suficiente que ya no se parece a su
antecesor.
Regla 3 del Jueguito
de la Evolución Génica: Cuando un gen parece estar compuesto por las partes
de varios genes, simplemente sugiera duplicaciones y reordenamientos de todas
las secuencias de ADN que necesite, se encuentren donde se encuentren, para que
puedan llegar todas juntas al lugar correcto. Si necesita borrar partes de un
gen, o invertir, o desplazarlo a una nueva ubicación, solo haga distintos tipos
de reordenamientos con la frecuencia y la intención que usted desee, y ¡Bingo! ¡Usted
tiene su gen nuevo!
Ah, y recuerde, no haga preguntas difíciles como las que pusimos punto por punto arriba.
Sólo válgase de estas tres reglas y podrá explicar prácticamente cualquier cosa.
¡No se necesita de detalles!
Para ver la parte 4 (sección siguiente) de esta serie sobre la evolución de los genes, escrita por Casey Luskin, haz Click Aquí
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Autor: Casey Luskin. Es abogado, con estudios de postgrado en ciencia y leyes. Obtuvo su B.S. y M.S. en Ciencias de la Tierra de la Universidad de California en San Diego. Su Licenciatura en Derecho la obtuvo en la misma universidad. Trabaja en el Discovery Institute como Coordinador del Center for Science and Culture. Anteriormente, realizó una investigación geológica en la Scripps Institution for Oceanography (1997-2002).
Traducción: Daniel Alonso. Estudia Licenciatura Ciencias Biológicas en UNT (Universidad Nacional de Tucumán), Argentina.
REFERENCIAS:
[1] Esta
es la posición que toma Harmit S. Malik and Steven Henikoff, "Adaptive
Evolution of Cid, a Centromere-Specific Histone in Drosophila," Genetics,
Vol. 157:1293--1298 (March 2001)
[2] Véase
por ejemplo Ulfar Bergthorsson, Keith L. Adams, Brendan Thomason, and
Jeffrey D. Palmer, "Widespread horizontal transfer of mitochondrial genes
in flowering plants," Nature, Vol. 424:197-201 (10 de Julio
del 2003). Véase también Mark A. Ragan and Robert G. Beiko,
"Lateral genetic transfer: open issues," Philosophical
Transactions of the Royal Society B, Vol. 364:2241-2251 (2009)
[3] Esta
posición fue tomada por Matthew E. Johnson, Luigi Viggiano, Jeffrey A. Bailey,
Munah Abdul-Rauf, Graham Goodwin, Mariano Rocchi & Evan E. Eichler,
"Positive selection of a gene family during the emergence of humans and
African apes," Nature, Vol. 413:514-519 (October 4, 2001).
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