Los organismos comparten mucho entre si. De hecho, muchas
de las similitudes son tan sorprendentes que sólo podían surgir de una causa
común. La cuestión clave, por lo tanto, tiene que ver con la naturaleza de esa
causa. ¿Es el diseño común o la ascendencia común, o tal vez una combinación de
ambos? En ausencia de diseño, la ascendencia común se convierte en la
explicación por defecto para las similitudes que impregnan el mundo biológico.
Cualquier teoría materialista de la evolución, al rechazar el diseño, se
compromete automáticamente con la idea de la ascendencia común. Pero una vez
que el diseño está de vuelta en la imagen, la ascendencia común ya no puede
darse por sentada. Sin duda, el diseño común y ascendencia común podrían funcionar
juntos. Pero el diseño común por sí sólo podría ser también responsable de las
características similares que abundan en la biología.
Muchos objetos con los que estamos relacionados, a pesar
de que comparten similitudes, no derivan de un proceso evolutivo que se remonta
a un antepasado común. Considere aquellos artefactos humanos, tales como
automóviles, pinturas, o herramientas de carpintero. Lo que hace que todas las
corbetas, o todas las obras de Rembrandt, o todos los destornilladores parezcan
iguales, es que derivan de un diseño o patrón común en la mente de una
inteligencia diseñadora. Sabemos por experiencia que cuando las personas
diseñan cosas (como el motor de un coche), comienzan con un concepto básico y
lo terminan adaptando a diferentes fines. En lo posible, los diseñadores tienen
más en cuenta a las modalidades y conceptos existentes en lugar de empezar
desde cero. Nuestra experiencia de cómo funciona la inteligencia humana da una
idea de cómo una inteligencia diseñadora responsable de la vida podría haber
funcionado.
Las teorías del diseño inteligente y la evolución
materialista ofrecen una explicación de por qué los seres vivos comparten
características comunes. Y puesto que ambas teorías son capaces de responder
por las similitudes, la mera existencia de similitudes no se cuenta como
evidencia a favor o en contra de una u otra teoría. Sin embargo, hay más a
considerar, y es el patrón errático y en mosaico de las similitudes. Recordemos
el rompecabezas de los marsupiales. De acuerdo con la teoría de Darwin, lo que
parecen ser lobos, gatos, ardillas, marmotas, osos hormigueros, topos y ratones
todos evolucionaron dos veces: una vez como mamíferos placentarios y otra vez,
de forma independiente, como marsupiales. Esto equivale a la sorprendente
afirmación de que un proceso no dirigido de variación aleatoria y selección
natural de alguna manera dio con características idénticas muchas veces en
organismos muy distantes entre sí. O tómese el caso del vuelo. La capacidad de
vuelo propulsado requiere un conjunto tremendamente complejo de adaptaciones
que afectan a prácticamente todos los órganos del cuerpo (véase la figura
5.15). Sin embargo, los darwinistas afirman que el vuelo se desarrolló de forma
independiente y sin diseñadores no una, sino cuatro veces: en las aves, los
insectos, los mamíferos (murciélagos), y en los pterosaurios (reptiles
voladores extintos).
En biología, las similitudes no forman un patrón simple
de ramificación sugestivo de ascendencia evolutiva (genealógica). En lugar de
ello, se producen en un mosaico complejo o patrón modular. Observamos bloques
discretos, biológicamente significativos que se pueden montar de varias
maneras, y que no muy diferentes a las subrutinas en un programa de ordenador.
Los programas genéticos de diferentes organismos pueden ser vistos como
colecciones organizadas jerárquicamente de subrutinas cuidadosamente
seleccionadas de una biblioteca completa de subrutinas. O, para usar otra analogía,
las semejanzas entre los seres vivos son unidades pre-ensambladas que pueden
ser conectadas a una placa de circuito electrónico complejo. Pueden variar de
acuerdo a las necesidades de un organismo de desempeñar funciones especiales en
el aire o el agua o en tierra. Los organismos son mosaicos compuestos de tales
unidades o módulos. En consecuencia, el logro de la diversidad de formas
biológicas que vemos hoy es una cuestión de combinar diferencialmente estos
diferentes "módulos de diseño".
Decir que cada organismo está organizado jerárquicamente
en series integradas de módulos de diseño no es toda la historia. Los efectos
del diseño están, sin duda, presentes en la biología. Pero también lo están los
accidentes de la historia. Los accidentes de la historia pueden reorganizar,
modificar, o incluso romper módulos de diseño. Una vez que se producen estos
cambios en los sistemas biológicos, pueden ser transmitidos en la reproducción
a través de sucesivas generaciones de organismos siempre que la selección no
los deje fuera. Aquellas similitudes que son debidas a los accidentes de la
historia no son el resultado de diseño común, sino de lo que en la sección 5.6
denominamos "inercia generativa"—rasgos que se dejan llevar por el camino,
simplemente porque el proceso de reproducción no es selectivo en aquello que
reproduce. Esta es la razón por las que las características similares que no
presentan ninguna función son mucho más eficaces en el argumento de un ancestro
común que las características similares que tienen una función. Características
similares que son funcionales parecen, a primera vista, ser módulos de diseño.
Pero las características similares que no son funcionales parecen ser, a
primera vista, accidentes de la historia arrastrados por la inercia generativa.
No debemos quedar atrapados en un falso dilema. Un falso
dilema presenta una elección entre dos opciones, ninguna de las cuales es
completamente aceptable, pero que en su conjunto pretenden ser mutuamente
exhaustivas y excluyentes. El falso dilema aquí es el diseño común frente a la
ascendencia común. Es lógicamente posible tener diseño común sin ascendencia
común, así como ascendencia común sin diseño común. Pero el diseño común y la
ascendencia común no son mutuamente excluyentes. Los dos pueden trabajar juntos.
Podemos imaginar a la vida como si estuviera constituida en módulos de diseño
jerárquicamente dispuestos, que en el transcurso de la historia natural han
sufrido cambios evolutivos importantes a través de la actividad de las fuerzas
naturales, como también a través de la orientación de una inteligencia que
supervisa. Cuánto cambio evolutivo se ha producido en cada vía o forma todavía
permanece como una pregunta abierta.
La evolución materialista no se limita solo a aceptar la ascendencia
común; también rechaza cualquier diseño real en el proceso evolutivo. El diseño
inteligente, por el contrario, sostiene que el diseño biológico es real y
empíricamente detectable independientemente de si se produce dentro de un
proceso evolutivo o en etapas discretas independientes. El veredicto no se ha
dictado aún, y los defensores del Diseño Inteligente en sí mismos tienen
opiniones diferentes sobre el alcance de la interconexión evolutiva de los
organismos, algunos incluso aceptan la ascendencia común universal (es decir,
el gran árbol de la vida de Darwin). [61]
La ascendencia común en combinación con un diseño común
podrían explicar los rasgos similares que aparecen en la biología. La verdadera
pregunta es si la ascendencia común sin incluir al diseño puede hacerlo por si
sola—en otras palabras, a través del mecanismo evolutivo. La evidencia de la
biología demuestra cada vez más que no es posible.
Autores:
- William Dembski -Tiene un Ph.D. en filosofía (Universidad de Illions en Chicago) y un Ph.D. en matematica (Universidad de Chicago). Es uno de los principales teóricos del Diseño Inteligente y ha escrito varios libros sobre la temática. Es autor del primer libro del Diseño Inteligente publicado por una editorial universitaria renombrada:The Design Inference: Elimitating Chance Through Small Probabilities. (Cambridge University Press, 1998). Es investigador del Discovery Institute.
- William Dembski -Tiene un Ph.D. en filosofía (Universidad de Illions en Chicago) y un Ph.D. en matematica (Universidad de Chicago). Es uno de los principales teóricos del Diseño Inteligente y ha escrito varios libros sobre la temática. Es autor del primer libro del Diseño Inteligente publicado por una editorial universitaria renombrada:The Design Inference: Elimitating Chance Through Small Probabilities. (Cambridge University Press, 1998). Es investigador del Discovery Institute.
- Jonathan Wells - Tiene un Ph.D. en biología celular y molecular de la Universidad de California en Berkeley. Actualmente es uno de los principales investigadores del Discovery Institute.
Fuente: Dembski, W.; Wells J. (2008) the Design of Life: Discovering Signs of Intelligence in Biological Systems, The Foundation for Thought and Ethics, Dallas, p. 140-142.
REFERENCIAS:
[61] Michael Behe, uno de los principales proponentes del
diseño inteligente, escribe: “Encuentro a la idea del ancestro común como
bastante convincente, y no tengo ninguna razón particular para dudar de ella”. Lea su libro Darwins Black’s Box (New York: Free Press, 1996) p. 5.
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