2014-05-31

El Modelo de Matzke (Parte II) —Sean. D. Pitman

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El filamento “simple”.

Una vez dada la existencia del TTSS, el paso siguiente sería la adición de un filamento. Matzke y muchos otros sostienen que filamentos simples a base de proteínas son fáciles de hacer —dando como ejemplo la polimerización de la hemoglobina en pacientes con anemia drepanocítica, que es el resultado de una única mutación puntual. Este modo de pensar subestima los requisitos más específicos que se necesitan para formar un filamento funcional de cualquier tipo.

Por ejemplo, las partes de un filamento aleatorizado, como las que forman la “hoz” de hemoglobina, son muy propensas a agregarse en grumos o hebras largamente enredadas antes de que sean transportadas a través de cualquier tipo de poro a la superficie exterior de la célula. Obviamente eso no sería útil. Además, incluso si tales monómeros de filamento se hacen llegar a la superficie exterior sin que ocurra una aglutinación, estos tienen que adherirse preferentemente al lugar correcto. Eso requiere de características vinculantes bastantes específicas. ¿Cuáles son las probabilidades de que un monómero de filamento al azar adquiera también tales características de unión? Estas posibilidades se traducen en una enorme cantidad de tiempo —en promedio.

Hay un montón de otros problemas potenciales para producir y organizar monómeros de filamentos. ¿Qué sobre la degradación? ¿Qué sobre el transporte a través del canal y la selectividad del mismo? ¿Qué sobre pegarse a la parte interior del canal y la obstruir la vía? ¿Qué pasa si el filamento terminó formando un núcleo sólido en lugar de un núcleo hueco? ¿Cómo harían el resto de los monómeros de filamento para adherirse uno a uno en el extremo del mismo? ¿Qué si el extremo no se encuentra controlado y tapado por un tipo diferente de proteína que coloca cada pieza nueva de proteína en el lugar correcto? ¿Cuáles son las probabilidades de que cualquiera de los filamentos originados vía evolución que se adhiera a la maquinaria de exportación genere un beneficio en un ambiente determinado, incluso aunque fuese un "simple" filamento de anclaje?

No sólo que las partes cada vez más y más específicas del filamento tienen que pegarse entre sí  como con el aparato de secreción de la manera correcta, sino que deben formar un filamento cuyo extremo distal es capaz de pegarse a otra cosa que no sea en sí la propia superficie de la bacteria. Por encima de todo lo demás, eso puede ser poco difícil de conseguir. ¿Cuáles son las probabilidades de que un gen capaz de codificar estas proteínas especializadas de filamento simplemente surja para que luego su producto sea secretado de forma específica por un poro de transporte activo ya existente?

El pilus P “simple”.

Con fin de dar una respuesta a esta pregunta, primero vamos a considerar lo que se necesita para producir incluso el filamento bacteriano funcionalmente más “simple” —el pilus P.

El pilus P funciona como un ancla de unión entre las células bacterianas y otras células. Se trata de un filamento hueco y delgado que adelgaza más cerca del extremo. En ese lugar hay una proteína que se une específicamente a ciertos tipos de moléculas de azúcar en ciertos tipos de células (como las células del riñón). A pesar de que este pilus es en realidad tan simple como aparenta y que su función parece ser bastante trivial, se encuentra codificado por 10 o 11 genes —esa es también la cantidad aproximada de genes que codifican para el complejo del sistema de secreción de tipo III (TTSS). La porción proximal gruesa está formada por proteínas PapA, la porción distal más delgada por proteínas PapE, y el extremo por PapG (la "adhesina" específica que se une a los azúcares). También hay un adaptador, PapF, que une a PapG y PapE, y otro adaptador, PapK, que une a PapE con PapA. [14] En total, 5 proteínas diferentes que se unen en un orden muy específico. ¿Cómo se logra ese orden?

Bien, esto se realiza a través de una complicada interacción con proteínas "chaperonas". Pero primero, la célula tiene que construir una vía de exportación multiproteica denominada la ruta Sec, para porder volcar el material del citoplasma en el espacio periplasmico. El desafío para aquellas bacterias gram-negativas "que quieren" hacer crecer un pilus es conseguir que el filamento logre penetrar la membrana externa. Esto requiere de una cierta coordinación fantástica. Primero, todas las subunidades del pilus se exportan en un estado no plegado hacia el periplasma a través de la ruta Sec para luego plegarse. Sin embargo, si esto se deja sin ningún control, ellas formarían acumulaciones desorganizadas. Por lo tanto, se requiere de una proteína chaperona, PapD, para evitar este problema y para ayudar en el pliegue de estas proteínas para que adquieran la conformación correcta, y lo realiza a través del mecanismo DSC (donor strand complementation). Las partes del filamento, por sí mismas, son muy inestables y nunca se pliegan correctamente. Y la proteína PapD no tiene ninguna otra función conocida.

Lo que ocurre después es que el complejo subunidad-chaperona  interactúa con un canal proteico en la membrana externa, conocido como PapC. Este canal es lo suficientemente grande como para que la extremidad distal del filamento pueda pasar, pero no la parte proximal. PapD, la chaperona, le cede la subunidad de pilus a la PapC, que a su vez ayuda en la unión de esta con el filamento en crecimiento donde cada subunidad contribuye con una cadena a fin de estabilizar y completar el pliegue de su vecina.

Por supuesto, existen numerosas subunidades estructurales que participan en la funcionalidad del pilus P. La fimbria P (o pili P) tiene mayor cantidad de subunidades estructurales en la bacteria E. coli (con 9 subunidades estructurales). Sin embargo, las fimbrias del tipo 1 se construyen a partir de 7 subunidades, y las fimbrias YQI, recientemente caracterizadas, muestran una organización genética en la que participan solo 4 subunidades estructurales [19]. Tenga en cuenta también que la E. coli presenta numerosos operones fimbriales con un número variable de subunidades estructurales. Sin embargo, "todas las adhesinas fimbriales comparten una organización genética común, en la que los genes reguladores de adhesina preceden al gen de la subunidad mayor, que es seguido por la chaperona periplásmica, una estructura ordenadora (“ujier”) en la membrana externa, y por último los genes de adhesina. Esta organización del grupo de genes se ve en las fimbrias del tipo 1 (fim), fimbrias S (sfa), fimbrias F1C (foc) y las fimbrias reconocedoras del antígeno Dr (dra). La organización del pack de genes de la adhesina yqi difiere en el hecho de que las posiciones de la proteína “ujier” y chaperona se encuentran invertidas, lo que también ocurre en el caso del grupo de genes de la adhesina pap de las fimbrias P, aunque el motivo de esto, sea funcional o biológico, todavía no se ha aclarado". [19]

En pocas palabras, todas las fimbrias o pili bacterianos comparten los mismos elementos indispensables y misma programación estructural indispensable —que es bastante compleja, incluso en los casos más simples que se conozcan de fimbrias funcionales.

Así, incluso algo tan relativamente "simple" como la construcción de un pilus parece bastante complicado en comparación con el paso evolutivo que se ha propuesto en la evolución del filamento. Es muy difícil producir un filamento "útil" —al menos eso es lo que parece. Pero, digamos que un filamento como ese pudiera evolucionar de alguna manera. ¿Cómo va a evolucionar hacia un flagelo? Un flagelo tiene que ser capaz de secretar proteínas a medida que está siendo construido. El problema es que no se ha demostrado que algún pilus P pueda secretar proteínas —quizás debido al tamaño pequeño del canal o la falta de una fuente de energía para el bombeo de proteínas hacia el exterior. En cualquier caso, un pili como ese incluso sería muy diferente a un flagelo en un aspecto muy importante. El pili se construye de arriba hacia abajo, donde cada nuevo monómero que se agrega empuja hacia arriba y hacia afuera al pilus existente. Los flagelos, por el contrario, se construyen de abajo hacia arriba; se añade cada nuevo monómero al extremo distal o punta a medida que va creciendo hacia el exterior sobre el flagelo existente (vea la siguiente animación de la biosintesis del pili y comparela con la animación del ensamblaje flagelar provista en el post anterior).



El fallecido Robert Macnab, ex-profesor de biofísica molecular y bioquímica de la Universidad de Yale, quien también estudió a los flagelos, señaló que el mecanismo de construcción del flagelo es "un proceso mucho más sofisticado que cualquier otro que pudiéramos haber imaginado alguna vez" [8] Mas tarde llegaría a admitir: "imaginamos que no sería posible que el sistema funcione si tuviese una complejidad mucho menor." [9]

El filamento flagelar

Entre las bacterias existe un género interesante que carece de motricidad, conocido como Shigella; tiene genes flagelares, pero no sintetiza ningún flagelo. Algunas cepas de Shigella tienen menos de estos genes que otras cepas, pero en ciertas cepas, el único gen que falta es el gen FliD. El gen FliD codifica para la proteína cap que se coloca en la punta del filamento. Sin tal proteína de cubierta denominada FliD, los monómeros de flagelina (FliC) que forman el filamento se pierden. Además de eso, sin la FliD, las partes FliC simplemente no se ensamblarán correctamente (ver animaciones de Keiichi Namba et . Al. [12]). Esta proteína cap luce como un anillo pentagonal que se inserta encima del filamento flagelar hueco. Cada una de las 5 partes del pentámero FliD tiene un apéndice a modo de pata que apunta hacia abajo y se relaciona estrechamente con los monómeros de filamento. Sin embargo, existe una ligera falta de coincidencia. Esta cubierta tiene 5 patas, mientras que el extremo del filamento presenta 5,5 subunidades de flagelina en su circunferencia. Por lo tanto, siempre queda un poco de grieta en un punto entre la cubierta y el filamento. La siguiente subunidad se agrega justo en ese punto del flagelo en crecimiento. A medida que la subunidad va pasando por el lugar abierto, la cubierta gira de manera que un nuevo punto se abre al lado del que se acaba de llenar. Así que, como la cubierta da vueltas y vueltas, a 10 revoluciones por segundo, nuevos monómeros de flagelina (FliC) se añaden uno a uno, en total, 50 por segundo [8].

Lo más interesante de todo esto es que los extremos de las subunidades de flagelina se encuentran en un estado no-plegado —así es como viajaron a través del conducto del filamento hueco. Una de las razones de esto es que la flagelina plegada logra cierta torsión en el medio que hace que sea demasiado grande como para viajar a través del tubo. Por sí mismas, las subunidades de flagelina no pueden plegarse correctamente. Por lo tanto, se requiere la cubierta FliD tanto para plegar como para colocar los monómeros de flagelina. Es otras palabras, es un tipo de chaperona. Además, la zona hueca justo debajo de la cubierta es de aproximadamente el doble del tamaño que el resto del tubo y lo suficientemente grande como para permitir el plegado de una subunidad monomérica. El giro de la tapa combinado con interacciones proteína-proteína favorables proporciona la energía para este proceso de plegado —ya que no hay ATP involucrado. [8]

En breve, sin esta cubierta altamente especializada, las unidades de flagelina no pueden en absoluto auto-ensamblarse para formar un filamento tan ordenado. Y ni la proteína cap ni los monómeros de flagelina tienen cualquier otra función celular. ¿Cómo es que la proteína cap se coloca en la posición correcta en el extremo del filamento y como es que otras proteínas cap ya no son enviadas por el tubo una vez hecho esto? Una vez más, se requiere una chaperona específica para el montaje de la cubierta y la prevención de la agregación prematura.

Para contrarrestar este argumento, se hace la aseveración de que debido a que las unidades de proteína tubular flagelar, FliL y FliK, no necesitan una cubierta para su montaje adecuado, la adición de una cubierta para este sistema consistió en una modificación evolutiva tardía con el fin de mejorar la velocidad y la eficiencia. [1] Un problema potencial para este argumento es que FliL y FliK son solo proteínas de unión. Su función es unir parte del gancho del flagelo (FlgE) con el resto del flagelo (FliC). Por sí mismas, no forman la estructura flagelar. Incluso si lo hicieran, esto no explicaría cómo las subunidades de flagelina (FliC) podrían auto-ensamblarse sin una proteína cap o cómo podrían haber evolucionado sin la co-evolución de tal cubierta, que es muy específica —requiriéndose un gran número de cambios de residuos altamente especificados para la obtención de la mínima ventaja selectiva.

Pero ¿qué sucede con la hipótesis de la "primera cubierta" en la que la proteína cubierta evoluciona, debido a sus propiedades adhesivas, y es mejorada por posterior evolución de las proteínas del pilus que la terminan llevando hacia el exterior de la célula? De nuevo, ¿en cuánto tiempo podría un monómero de proteína flagelar llegar a ser lo suficientemente específico como para interactuar con una cubierta, y de una manera tan compleja?

Las explicaciones de Matzke no consiguen ser más detalladas que lo que hemos venido viendo. Si estos pasos evolutivos eran tan fáciles de atravesar, podrían ser fácilmente probados en el laboratorio. Sólo se tendría que eliminar en una bacteria el gen FliC que codifica para la flagelina y observar si sus descendientes van a evolucionar de nuevo un flagelo con la cubierta “preestablecida”. Hasta donde sé, no ha habido experimentos como este que hayan tenido éxito. Como se ha mencionado anteriormente, una misma cosa es cierta para las bacterias que no tienen el gen cap FliD, como Shigella. Estas bacterias pueden tener todos los otros genes flagelares, pero han perdido el gen cap —y no pueden producir un flagelo ni han re-evolucionado el gen cap. ¿Por qué será?

Motorizar al Flagelo

Ok, digamos que de alguna manera una colonia primitiva de bacterias fue capaz de desarrollar algún proto-TTSS y un proto-filamento en donde cada sistema fue independientemente funcional de alguna forma selectivamente benefica. Ahí es en donde Matzke argumenta que sería cosa muy fácil juntar esos dos sistemas para obtener la motilidad flagelar.

Antes de analizar esto, hagamos un poco de revisión. Recuerde que el motor flagelar está dividido en dos unidades básicas —el estator y el rotor. El estator se compone de las subunidades MotA y MotB (cada una compuesta por aproximadamente 300 aminoácidos). El rotor se compone de FliM (~330 aa), FliN (~130 aa), y la FliG (~330 aa). Estos 3 componentes del rotor también están involucrados en la construcción del flagelo. El anillo-C, formado por esos componentes, actúa como una especie de copa de medición que determina el tamaño del gancho. Lo que ocurre es que aproximadamente 120 monómeros de gancho se unen a FliM, FliN y FliG, (en  4 sitios de unión en cada uno). Cuando se saturan todos los sitios de unión, todos los monómeros se liberan a la vez y se forma un segmento de "gancho" de una longitud específica. Después de que los monómeros de gancho abandonan el anillo C, otra proteína entra y convierte el anillo en C de un secretor de proteínas del gancho a un secretor de proteínas de flagelina. La especificidad del anillo C cambia con respecto a qué tipo de monómeros se acepta.

De esta manera, la FliG es importante en la construcción del flagelo en el sentido de que se precisa de sus 200 residuos N-terminales. De hecho, si uno se divide la cadena de 331 aa de la FliG en segmentos de 10 aa cada uno, mutaciones deletéreas en los segmentos 11, 13, 16, 17, 20, 21 y 27 dan como resultado la no-formación de flagelo adecuado y, obviamente, eso afecta a la función de motilidad. También, aquellas bacterias con mutaciones en los segmentos 1, 3, 12, 14, 15, 22, 23, y 26 de la FliG son completamente "no-flageladas" [10].

Eso significa que el planteo de Matzke de que FliG, como parte del complejo de proto-secreción, es "retenido sólo con el fin de estabilizar/sostener al complejo secreción co-adaptado y al anillo FliF, y [es] por lo contrario, vestigial " es un completo disparate. La FliG es vital para la secreción y no tiene nada que ver con la estabilización de FliF (FliF ha demostrado ser bastante estable de forma independiente). Es sólo que FliF sin FliG no puede formar un flagelo adecuado.

Por supuesto, la proteína FliG (sin contrapartes homólogas significativas por cierto) es también la sub-parte responsable de convertir la fuerza proto-motriz en fuerza de torca para el movimiento de rotación del flagelo. Los ~100 residuos C-terminales parecen ser necesarios para esta función. Además, mutaciones específicas en los segmentos 10, 18, 19, 24, 25, 28, 29 y 31 forman flagelos, pero los tales están paralizados. [10].

En cuanto a función rotativa, FliM y FliN son responsables de la conmutación —el movimiento de una dirección a la otra—, no de la generación de fuerza de torsión. Sin embargo, FliM y FliN siguen siendo necesarias para la construcción del flagelo.

Ahora, vamos a hablar de FliF (el anillo MS de ~ 550 aa. que forma el complejo del poro de la membrana) por un momento. La proteína FliF no tiene homólogos conocidos fuera del TTSS (que se cree que ha evolucionado desde el sistema flagelar —no al revés). Incluso teniendo en cuenta su existencia en una proto-forma, explicar cómo un proto-flagelo/filamento podría atascarse a ella de una forma beneficiosa es todo un reto. El ensamblaje de los filamentos incluso más simples es bastante complicado, como se describió anteriormente. Diversas proteínas chaperonas están involucradas en llevar monómeros específicos a su lugar justo en el momento adecuado y también de plegarlos y unirlos. La construcción de un pilus aparentemente simple es extremadamente compleja. La construcción de un flagelo hueco que se forma añadiendo monómeros al extremo distal es extraordinariamente complicado.

Teniendo en cuenta estos hechos presentados hasta el momento, tengo sólo unas pocas preguntas. Matzke sugiere que FliG no necesitaba evolucionar con FliF como parte del aparato de exportación. ¿Cómo se explica esto ya que FliG es requerida para la construcción del flagelo? Si FliG no evolucionó con FliF, entonces ¿sería necesario que se uniera fuertemente a FliF de una manera tal que supera las fuerzas rotación de la FliG, y que también lo haga de una forma en que ayude en la construcción del flagelo? No sólo que la FliG debe unirse a la FliF, sino que también tiene que tener especificidad para cierto tipo de monómero de filamento. A lo que quiero llegar es que sin la afinidad especifica de la FliG por la flagelina, el flagelo no se forma. Cuando el flagelo se empieza a formar, el anillo MS (FliF) y el anillo C (FliG N-term + FliN + FliM) deben formarse en primer lugar o no formarán el flagelo. Eso parece un algo difícil de explicar a través de mecanismos evolutivos.

 ¿Acaso todo el proceso evolutivo sería más fácil si FliG ya estuviese unida a FliF? ¿Si FliG originalmente evolucionara junto a FliF? Porque entonces ya tendríamos la afinidad específica para el monómero de filamento y el filamento flagelar ya podría ser producido ¿verdad? Pero entonces, ¿cómo es que motA/B se unirian a FliG de una forma benéfica? Un buen número de residuos específicos tienen que ser alineados a la perfección para que la fuerza protón-motriz de motA/B  sea transferida a FliG como fuerza de torca.

En fin, de cualquier manera en que uno lo mira entiende que es mucho lo que se necesita para que se vinculen FliF con FliG. ¿Qué tan útil sería que la FliG tenga afinidad especifica por la flagelina si no estuviera unida a la FliF primero? ¿De qué serviría que la FliG tenga afinidad específica por el componente motA/B  si no estuviera anclada a motA/B primero? La adquisición de estas afinidades implicará numerosas diferencias adicionales en la posición de los residuos aminoacídicos a partir de las "proto" formas. Y lo más probable es que estas diferencias requeridas no serían secuencialmente beneficiosas de manera que la selección natural pueda guiar su puesta a punto.

Además, no esperemos que cierto grado de unión no-covalente vaya a suceder entre FliG y FliF con sólo una o dos posiciones de residuos correctas en lugar de las 46 posiciones de residuos bastante específicos que son usados para unir FliG con FliF en los flagelos modernos. Para superar los efectos de embate del movimiento browniano, el flagelo tiene que girar muy rápidamente (~100-300 rotaciones/segundo durante 3-4 segundos). Esto significa que una gran cantidad de inercia y fuerza de cizallamiento debe ser superada para mantener conectada a FliG con FliF. Un número significativo de los 46 residuos de que intervienen en el anclaje ("de tipo cerrojo") tendría que estar en su posición, todos al mismo tiempo, con el fin de superar estas fuerzas de cizallamiento en cualquier grado seleccionable. De hecho, se sugiere por experimentos de deleción que sólo el segmento N-terminal 4 de la FliG puede sufrir cambios significativos sin que haya una pérdida completa de la motilidad. Las mutaciones en los primeros 3 segmentos N-terminal (~30 aa.) dieron como resultado una pérdida completa de la motilidad —obviamente debido a que no hay la suficiente resistencia de unión a la FliF y/o una deficiencia de la capacidad de contribuir en la formación del flagelo. [10]

Sin embargo, da la casualidad de que los genes para las proteínas FliF y FliG están situados uno al lado del otro en el genoma. Ciertas mutaciones de deleción entre FliG y FliF han resultado en una sola proteína fusionada, una proteína FliG/FliF unida covalentemente que de hecho funciona bastante bien. Es evidente que un enlace covalente es mucho más fuerte que una unión no-covalente, por lo que se elimina la necesidad de tener decenas de uniones no-covalentes colocadas en la posición adecuada. Aunque la proteína de fusión unida covalentemente no funciona tan bien como el sistema de tipo silvestre que no está unido covalentemente, funciona lo suficientemente bien como para realizar el trabajo.

Debido a esta capacidad de la FliG de unirse de forma covalente con FliF algunos me han dicho que esto hace que sea fácil de lograr que los dos sub-sistemas (el motor y el rotor) se unan para dar lugar al super-sistema  que cumple la función de la motilidad flagelar. Esto no es así debido a la necesidad de la FliG de cumplir múltiples roles en ambos sistemas al mismo tiempo —como se describe anteriormente.

Experimentos mutagenicos realizados en FliF muestran que es necesario un "corto tramo C-terminal" de 9 residuos de aminoácidos "esenciales" para que el proceso de "construcción del flagelo" pueda darse. Tenga en cuenta que este proceso de montaje ocurre en el momento en que el motor está apagado y no hay rotación de la FliG. Los autores afirman que: "La eliminación o sustitución de hasta 10 aminoácidos inmediatamente por encima de la región esencial dieron como resultado un flagelo paralizado." [11] Eso suena como si fuese bastante específica. Los autores dijeron que la eliminación o sustitución de 10 residuos adicionales resultaron en parálisis flagelar. Parece, pues, que la rotación flagelar requiere algo estructuralmente específico además de lo que se requiere para la construcción flagelar. Un total de aproximadamente 19 aa bastante especificados de la proteína FliF necesita estar en su lugar, tanto para la construcción del flagelo como para que la motilidad pueda hacerse realidad.



Autor: Sean D. Pitman. Estudio en la Escuela de Medicina de Loma Linda University durante 1993-1997. Hizo su residencia en patología en el Centro Médico de Loma Linda University entre 2001-2005, y posteriormente trabajó en el área de hematología en City of Hope National Medical Center, durante 2005-2006. Tiene diversas publicaciones científicas.  

Traductor: Daniel Alonso - Estudia Licenciatura en Ciencias Biológicas en la UNT, Argentina.



REFERENCIAS:

[1] Nicholas Matzke, Evolution in (Brownian) space: a model for the origin of the bacterial flagellum, talkreason.org, 2003 ( http://www.talkreason.org/articles/flagellum.cfm )

[2] Anand Sukhan, Tomoko Kubori, James Wilson, y Jorge E. Galin. 2001. Genetic Analysis of Assembly of the Salmonella enterica Serovar Typhimurium Type III Secretion-Associated Needle Complex. J. Bacteriology 183: 1159-1167.

[3] Macnab, R. M., 1999. The bacterial flagellum: reversible rotary propellor and type III export apparatus. J Bacteriology. 181 (23), 7149-7153.

[4] He, S. Y., 1998. Type III protein secretion in plant and animal pathogenic bacteria. Annual Reviews in Phytopathology. 36, 363-392.

[5] Kim, J. F., 2001. Revisiting the chlamydial type III protein secretion system: clues to the origin of type III protein secretion. Trends Genet. 17 (2), 65-69.

[6] Plano, G. V., Day, J. B. and Ferracci, F., 2001. Type III export: new uses for an old pathway. Mol Microbiol. 40 (2), 284-293.

[7] Nguyen, L., Paulsen, I. T., Tchieu, J., Hueck, C. J. and Saier, M. H., Jr., 2000. Phylogenetic analyses of the constituents of Type III protein secretion systems. J Mol Microbiol Biotechnol. 2 (2), 125-144.

[8] Macnab, R. M., Science 290, p. 2087

[9] Macnab R. M., Bacteria create natural nanomachines, USA Today, 2005 (http://www.USAtoday.com/weather/science/aaas/flagella121500.htm)

[10]May Kihara, Gabriele U. Miller, and Robert M. Macnab, Deletion Analysis of the Flagellar Switch Protein FliG of Salmonella, J. Bacteriol. 2000 June; 182(11): 3022-3028. (http://www.pubmedcentral.nih.gov/articlerender.fcgi?artid=94485)

[11] Bjorn Grunenfelder, Stefanie Gehrig, and Urs Jenal,Role of the Cytoplasmic C Terminus of the FliF Motor Protein in Flagellar Assembly and Rotation, Journal of Bacteriology, Mar. 2003, p. 1624-1633 Vol. 185, No. 5 (http://www.pubmedcentral.nih.gov/picrender.fcgi?artid=148050&blobtype=pdf )

[12] Todas las animaciones presentadas en este ensayo son fruto del esplendido trabajo de Keiichi Namba et al. del ERATO Protonic NanoMachine Project (http://www.npn.jst.go.jp/index.html)

[13] Mis agradecimientos a Mike Gene por la excelente información  dada sobre el falgelo bacteriano en este website: (http://www.idthink.net/)

El Modelo de Matzke (Parte I) —Sean. D. Pitman


Haciendo evolucionar funciones bastante complejas.

Existe un problema potencial para la evolución de los sistemas funcionales altamente complejos, como el sistema flagelar de movimiento en las bacterias (véase la animación del modelo de ensamblaje del flagelo, propuesto por Keiichi Namba  Et al. [12]—o también el siguiente video). Tales sistemas requieren que muchas proteínas individuales trabajen todas juntas al mismo tiempo, orientadas de una forma específica para lograr una función unificada. Si cualquiera de estas partes proteicas se perdiera o sufriera algún tipo de alteración que va más allá del margen tolerado, la función global del sistema (motilidad en este caso) no se ejecutará en absoluto —ni siquiera un poquito. Tenga en cuenta que el sistema flagelar, en particular, requiere de los servicios de aproximadamente 50 genes —incluyendo los genes para el aparato “sensorial” (hace rotar al flagelo en el sentido de las agujas del reloj o en sentido contrario, a mayor o menor velocidad, en función de las señales captadas del entorno). Todos estos genes se han caracterizado en detalle. Como mínimo, se necesitan alrededor de 30 diferentes proteínas (codificadas por los genes) para construir la estructura real y otras 20 son necesarias para ayudar en la construcción, la regulación y el control operativo del flagelo. El número total de caracteres que componen todas estas piezas de proteína suman más de 10000 residuos de aminoácidos (aa) codificados por unos 50 genes. Sería casi igual a un ensayo de 2000 palabras. 



Algunos han argumentado que el número mínimo necesario de genes es menor  que 50 ya que ciertos tipos de bacterias pueden construir sistemas flagelares funcionales con menos de las 30 partes de la lista. La siguiente tabla muestra 21 piezas de proteína ampliamente compartidas por diferentes especies de bacterias entre las que se incluyen Aquifex aeolicus, Bacillus subtilis, Escherichia coli, y Treponema pallidum [13].


Parece ser entonces que estos 21 genes estructurales son al menos el mínimo requerido para la función flagelar. En combinación con los otros genes necesarios que ayudan en la construcción de la estructura flagelar, el mínimo parece ser de 35 a 40 genes. Es evidente, entonces, que el sistema flagelar de motilidad es muy rico en información. Para lograr la función de movimiento del flagelo se requiere un mínimo de varios miles de residuos de aminoácidos que trabajen juntos en un orden relativamente muy específico del uno con respecto al otro.

Se han propuesto muchas explicaciones de evolución gradual, paso a paso, del origen de un sistema de este tipo de complejidad. La mayoría son muy superficiales, y que dan saltos sobre brechas evolutivas enormes, que implican grandes cambios en múltiples proteínas. Sin embargo, hay explicaciones que son mejores que otras. Quizás uno de los mejores intentos de explicación de la evolución del flagelo es el propuesto por Nicholas J. Matzke en su publicación de 2003, "Evolution in (Brownian) space: a model for the origin of the bacterial flagellum." [1]

En ese momento, Matzke era un estudiante de grado en la carrera de geografía en la Universidad de California en Santa Barbara, que tenía obvias pasiones por campos ajenos a la geografía. En este trabajo Matzke sugiere que el punto de partida para la evolución del flagelo fue probablemente el sistema de secreción de tipo III (TTSS).

Este es el resumen del modelo evolutivo de Matzke para el origen del flagelo, a través de seis etapas principales, junto con sus fases intermedias clave. Los componentes de color blanco corresponden probablemente a homólogos no flagelares; de los componentes grises se ha sugerido pero no demostrado que son homólogos aun no identificados, aunque sus respectivas funciones ancestrales pueden ser postuladas. El modelo comienza con un poro pasivo y poco selectivo en la membrana interna (1a) que luego se convierte en un poro más específico por ciertos sustratos (1b) por la unión de proto-FlhA y/o FlhB a la FliF. La interacción de una F1F0-ATP sintetasa con FlhA/B produce transporte activo, con lo que tendríamos un aparato de exportación de tipo III primitivo (1c ). La adición de una secretina que se asocia con el anillo citoplasmático lo convierte a un sistema de secreción de tipo III (2). Una mutación en la secreción de cierto substrato  convierte al tal en una adhesina (o, alternativamente, una adhesina coopta a través de la transposición de la secuencia de reconocimiento de la secreción), y una mutación posterior permite que se una a la parte exterior de la secretina (3a). La oligomerización de la adhesina produce un anillo pentámero al unirse más adhesinas a la superficie sin bloquear la secreción de otros substratos (3b). La polimerización de este anillo produce un tubo, un pilus de tipo III primitivo (4a; en el diagrama, una estructura axial blanca es sustituida por subunidades de pilina individuales; todas las proteínas más axiales son descendientes de este ancestro común de pilina). La oligomerización de un pilina produce la cubierta o proteína cap, lo que aumenta la velocidad y la eficiencia (4b) del montaje. La duplicación de una pilina seguido de la pérdida de sus dominios externos da lugar a la proteína constituyente del proto-eje, que se extiende hacia abajo a través de la secretina, fortaleciendo el anclamiento del pilus por la asociación con la base (4c). Sucesivas duplicaciones posteriores del proto-eje, el filamento, y la proteína cap, que se producen antes y después del origen del flagelo (6​​) generan el resto de las proteínas axiales; tales eventos repetidos de sub-funcionalización no se muestran aquí. El proto-flagelo (5a) es producido por la exaptación de homólogos de TolQR a partir de un sistema similar al Tol-Pal; tal vez parte de un homólogo TolA se ha unido a FliF para producir una proto- FliG. Con el fin de mejorar la rotación, la secretina pierde sus sitios de unión con el filamento axial, convirtiéndose en un proto-anillo P, y el papel del poro de la membrana externa es asumido por anillo chaperona de la secretina, que se convierte en el proto-anillo L (5b). El perfeccionamiento del anillo L y adición de la cubierta del eje, el dominio muramidasa FlgJ (que elimina la necesidad de tener que encontrar un hueco natural en la pared celular), resulta en 5c. Finalmente, la unión de un mutante proto-FliN (probablemente un receptor CheC ) a la FliG termina por acoplar el sistema de transducción de señal al proto-flagelo, dando origen a un flagelo quimiotáctico (6); la fusión de la proto-FliN y la proteína CheC origina FliM. Cada etapa, obviamente, estaría acompañada por optimización co-evolutiva y gradual de las interacciones de los componentes. De esta manera, el origen del flagelo se reduciría a una serie de mutaciones que caracterizan etapas plausibles.

El punto de partida.

Es extraño que el sistema TTSS sea comúnmente promocionado como el punto de partida más probable por muchos evolucionistas, ya que se supone que el  sistema TTSS evolucionó cientos de millones de años después de la evolución del flagelo. ¡Así es! Varios científicos han sugerido en literatura reciente que existe buena evidencia para creer que el supuesto punto de partida, el TTSS, surgió del flagelo que ya se encontraba plenamente desarrollado y no a la inversa. [2-7] Tenga en cuenta que el flagelo bacteriano se encuentra en bacterias mesófilas, termófilas, gram-positivas, gram-negativas y espiroquetas, mientras que el TTSS se limita a unas pocas bacterias gram-negativas. No sólo que el TTSS está restringido a bacterias gram-negativas, sino que más precisamente a bacterias gram-negativas patógenas que atacan específicamente a animales y plantas… los cuales se supone que evolucionaron miles de millones de años después de la aparición de la motilidad flagelar. Además, cuando los genes del TTSS son encontrados en los cromosomas de las bacterias, su contenido de GC (guanina/citosina) es típicamente menor que el contenido de GC en el genoma que los rodea. Dado el hecho de que los genes del TTSS se encuentran comúnmente en plásmidos de virulencia de gran tamaño (que pueden ser fácilmente intercambiados entre las distintas bacterias), esto es una buena evidencia de que la transferencia horizontal es la responsable de la distribución de los genes que codifican el TTSS. Los genes flagelares, por otro lado, suelen dividirse en 14 o menos operones, que no se encuentran en plásmidos, y su contenido de GC es el mismo que el genoma que lo rodea, lo que sugiere que el código para la síntesis del flagelo no ha sido esparcido vía transferencia horizontal.

Así que, en cualquier caso, parece ser que el TTSS habría evolucionado a partir del flagelo (que, de hecho, contiene en su estructura partes del TTSS, como el cuerpo basal que secreta diversas proteínas no flagelares —incluyendo factores de virulencia), y no al revés.

Evidencia adicional de esto surge del hecho de que el TTSS muestra poca homología con el resto de los sistemas de transporte bacterianos (al menos con los 4 principales). Además, se supone que la evolución ha de construir sobre lo que ya existe. Dado que el sistema TTSS es el más complejo del grupo, ¿por qué no evolucionó  a partir de uno de estos sistemas menos complejos y mantuvo, por lo tanto, un cierto grado de homología con al menos uno de ellos? Esta evidencia sugiere que no existía el sistema TTSS, ni nada homólogo, en la "era pre-flagelar". Por lo tanto, debe haber surgido del flagelo plenamente formado a través de eliminación de partes pre-existentes- y no al revés. De hecho, varios científicos han comenzado a promover esta idea en la literatura científica [2 –7] Por ejemplo, considere el siguiente artículo publicado en 2008 por Toft y Fares:

 "La contracción genómica es una característica común en la mayoría de los patógenos intracelulares y simbiontes. La reducción en el tamaño del genoma es uno de los fenómenos evolutivos mejor caracterizados en organismos intracelulares, cuyo fin es ahorrar y evitar el mantenimiento de los procesos biológicos redundantes y costosos. Las bacterias endosimbióticas de los insectos son ejemplos de economía biológica llevados al extremo porque sus genomas se reducen dramáticamente. Estas bacterias son inmóviles, y sus procesos bioquímicos están íntimamente relacionados con las de su hospedador. Debido a esta relación, muchos de los procesos en estas bacterias se han perdido o han sufrido una significativa remodelación a fin de adaptarse al estilo de vida simbiótico intracelular. Un ejemplo de tales cambios es la estructura flagelo, que es esencial para la motilidad bacteriana y la infección. Nuestro análisis indica que los genes responsables de la síntesis del flagelo se han perdido parcial o totalmente en la mayoría de simbiontes intracelulares del grupo de las gamma-Proteobacteria. Análisis genéticos de comparación muestran que los genes flagelares se han perdido de forma diferencial en las bacterias endosimbiontes de insectos. Sólo las proteínas implicadas en la exportación de aquellas proteínas que tienen parte en la vía de síntesis del flagelo (sistema de secreción del tipo III y cuerpo basal) se han mantenido en la mayoría de los endosimbiontes, mientras que las que participan en la construcción del filamento y el gancho del flagelo se han preservado solo en algunos casos, lo que indica un cambio en el objetivo funcional de esta vía sintética. En algunos endosimbiontes, los genes que controlan el interruptor de cambio de exportación y la longitud del gancho han sido sometidos a la divergencia funcional, como se muestra a través de un análisis de su dinámica evolutiva. En base a nuestros resultados, sugerimos que los genes del flagelo han divergido funcionalmente como para especializarse en la exportación de proteínas de la bacteria al huésped”. [13]


En otras palabras, el TTSS es el resultado de un proceso degenerativo; no es un proceso creativo de algo estructuralmente nuevo, o en sentido cualitativo, que no estaba ya allí.

Sin embargo, es muy práctico iniciar la explicación de un sistema muy complejo comenzando en el medio —o lo que podría parecer en un principio. De las más o menos 27 partes de proteína utilizadas en la estructura flagelar, 10 de ellas son homólogas a las proteínas del TTSS. Una de esas 10 es la proteína "FliI". FliI es una ATPasa que está anclada al lado citoplasmático de la membrana interna y probablemente suministra energía para la síntesis de la maquinaria y/o el transporte de las proteínas secretadas, las cuales se capturan selectivamente desde el citoplasma con el propósito de ser exportadas al exterior. Luego, están las proteínas que componen el aparato de transporte que está ubicado en la membrana interna y probablemente formen el canal de conducción proteico. Entre estas estan FlhA, FliP, FliQ, FliR, y FlhB. El homólogo flagelar del ​anillo MS es la FliF y el homólogo del anillo C está constituido por la FliN y la FliG. La última parte de proteína, FliH, tiene una función desconocida.

Parece entonces que la mayoría de estos 10 homólogos flagelares son necesarios para la función del TTSS. Por lo tanto, la hipótesis de proto-TTSS es una linda manera de empezar a explicar la evolución del flagelo. El hecho es que el TTSS es muy complejo en sí mismo y esto sólo suma a la idea de que el TTSS no evolucionó a partir de un sistema de complejidad menor, sino que surgió de un sistema con complejidad mucho mayor (el flagelo plenamente desarrollado) a través de un proceso de eliminación de piezas pre-existentes, y no la adición de nuevas piezas. Obviamente, es mucho más fácil extraer fragmentos del mismo y mantener a las sub-funciones que ya se encuentran allí, que añadir nuevas piezas a las sub-funciones a fin de obtener funciones de nivel superior que sean beneficiosas y que, hasta ese momento, no existían.

Añádase a esto el hecho de que algunos de los homólogos entre el sistema flagelar y el TTSS no son tan homólogos. La FliN en el TTSS es sólo homóloga a ~80 residuos C-terminales de la FliN flagelar (de 137 aa). Hay muy poca similitud de la FliG, y la FliF del TTSS  carece de los dominios C- y N -terminales que están involucrados en la formación del anillo MS. Todo lo que queda de la FliF son 90 de más de 550 residuos de aminoácidos que se encuentran en la flagelar. La implicación funcional inmediata que trae es que el TTSS no puede girar. La evolución de la capacidad de rotar implicaría la adición de un número considerable de residuos específicos.

En resumen, la aparición del TTSS en sí es difícil de explicar valiéndose del uso de mecanismos evolutivos carentes de inteligencia. Todavía no he tomado nota de algún intento razonable de explicar cómo un sistema como el TTSS podría haber tenido en su evolución brechas selectivamente neutras lo bastante pequeñas como para ser atravesadas por mutaciones al azar de cualquier tipo.

Matzke y otros evolucionistas responden a este tipo de problemas sugiriendo que debe haber algún homólogo aún no descubierto del aparato secretor del flagelo y resta ser encontrado:

“Si los sistemas de virulencia de tipo III derivan de los flagelos ¿cómo demostraríamos nuestra hipótesis de que el sistema de secreción de tipo III es ancestral a los flagelos? La cuestión se resolvería si homólogos no flagelares del aparato de exportación de tipo III sean descubiertos en otros phyla bacterianos, y que se encuentren desempeñando funciones que podrían ser útiles en un mundo pre-eucariota. Que tal observación no se haya hecho aún es un argumento válido contra el modelo presente, pero al mismo tiempo sirve como una predicción: el modelo se reforzará considerablemente si se descubre ese homólogo. Por el momento, es fácil sugerir que la falta de descubrimiento de un homólogo tal se debe a la falta de datos”. [1]

 ¿Así que, por el momento, la evidencia de la evolución del primer paso en la síntesis flagelar se oculta de manera segura detrás de la "falta de datos"? ¿Dónde está la explicación "detallada" de la evolución flagelar aquí? Bueno, Matzke y otros en realidad imaginan lo que podría haber ocurrido al evolucionar el primer proto-TTSS. El origen de este proto-TTSS comienza con el homólogo de la FliF, un complejo proteico que constituiría un poro en la membrana. FlhB, el complejo proteico que controla el tipo de proteínas que es secretada a través del poro, posteriormente se une de alguna manera a FliF. FlhA, cuya función es desconocida, se añadirá también para que junto con la proteína FlhB, el poro de transporte pasivo se pueda convertir en un transportador específico de sustrato. De dónde podrían haber llegado la FlhB o la FlhA o qué otros roles podrían haber tenido, no se discute, ni tampoco está claro cómo es que sus capacidades selectivas hubieran sido necesariamente útiles, especialmente si se seleccionaran las proteínas incorrectas para el transporte.

De todos modos, una vez que las proteínas FlhB y FlhA se combinan con la FliF, se necesitará algo de energía para que ocurra el transporte activo. Ahí es donde la FliI viene al rescate. Lo propuesto es que la F1-αβ ATPasa, un heterohexámero formado por α-subunidades (no catalíticas) y β-subunidades (catalíticas), la cual puede encontrarse en muchos tipos de bacterias, evolucionó a partir de un ancestro común con la FliI (un homohexámero compuesto por subunidades catalíticas que constituye la fuente de energía para el TTSS) ya que la Flil comparte ~30% de homología con la subunidad F1 de la F1F0-ATP sintetasa. No hay disponible ningún protocolo detallado de cómo pudo suceder esta evolución, mutación por mutación. Simplemente se da por sentado. Descuiden, dada la suficiente fe en la evolución como una fuerza creativa, no se necesitará ningún detalle aquí.

Por supuesto, una vez que la Flil se encuentre presente, será fácil de insertar esta fuente de energía al poro constituido por la FliF ¿verdad? No tan rápido. La FliI no se puede conectar directamente a la FliF. Se requiere otra proteína denominada "FliH" para lograr que la ATPasa FliI se pegue a la FliF. De dónde vino la FliH o cómo podría haber evolucionado milagrosamente la capacidad de unir a ambas, FliI y FliF, de la manera correcta, no es del todo clara. Pero el asunto se pone aún más complicado. Otro complejo proteico, conocido como "FliJ", precisa interactuar con la ATPasa FliI y con la FliH antes de que cualquiera de los componentes flagelares pueda ser exportado.

Por lo tanto, para activar la exportación de proteínas en el TTSS primitivo, se necesitan tres complejos de proteínas organizados entre sí (FliI, FliH y FliJ) —y esto es sólo la versión imaginaria. Las otras partes del aparato secretor,  como la FliOPQR , simplemente no se discuten en el modelo gradual "detallado" de Matzke de la evolución flagelar, debido a la "falta de datos".

Además, ¿qué sucede con el argumento de que las similitudes entre la F1F0-ATP sintetasa y el aparato de exportación flagelar tipo III apoyan la noción de que comparten un antepasado común?  Matzke añade: "Individualmente, las similitudes que se citan son fácilmente atribuibles a la casualidad, pero juntas son, al menos, sugerentes. " [1] Esto suena más bien a que existen lagunas bastante grandes en esta hipótesis. Al menos, de estas brechas, no se discute ningún tipo de detalle en el modelo de Matzke ni en ningún otro modelo que yo tenga conocimiento. Estos pasos o saltos, que parecen requerir cientos de diferencias genéticas bastante específicas, son simplemente pasados ​​por alto concluyéndose que:

 "El evento clave en el origen del sistema exportador del tipo III fue la asociación entre una F1F0-ATP sintetasa y una proto-FlhA o FlhB en el interior de un proto-anillo FliF, convirtiendo un transportador pasivo en uno activo. Dado que se sabe poco acerca de los detalles del acoplamiento de la actividad ATPasa al sistema exportador de proteínas de tipo III, este paso sigue siendo especulativo." [1]

 ¿Especulativo? ¡No bromees! Yo que había pensado que este trabajo iba a ser una explicación "detallada" de la evolución del flagelo. Hasta el momento, parece ser una especulación bastante superficial.

                                          Vea la parte II haciendo Clic Aquí


Autor: Sean D. Pitman. Estudio en la Escuela de Medicina de Loma Linda University durante 1993-1997. Hizo su residencia en patología en el Centro Médico de Loma Linda University entre 2001-2005, y posteriormente trabajó en el área de hematología en City of Hope National Medical Center, durante 2005-2006. Tiene diversas publicaciones científicas.  

 Traductor: Daniel Alonso - Estudia Licenciatura en Ciencias Biológicas en la UNT, Argentina.



REFERENCIAS:

[1] Nicholas Matzke, Evolution in (Brownian) space: a model for the origin of the bacterial flagellum, talkreason.org, 2003 (http://www.talkreason.org/articles/flagellum.cfm)

[2] Anand Sukhan, Tomoko Kubori, James Wilson, y Jorge E. Galin. 2001. Genetic Analysis of Assembly of the Salmonella enterica Serovar Typhimurium Type III Secretion-Associated Needle Complex. J. Bacteriology 183: 1159-1167.

[3] Macnab, R. M., 1999. The bacterial flagellum: reversible rotary propellor and type III export apparatus. J Bacteriology. 181 (23), 7149-7153.

[4] He, S. Y., 1998. Type III protein secretion in plant and animal pathogenic bacteria. Annual Reviews in Phytopathology. 36, 363-392.

[5] Kim, J. F., 2001. Revisiting the chlamydial type III protein secretion system: clues to the origin of type III protein secretion. Trends Genet. 17 (2), 65-69.

[6] Plano, G. V., Day, J. B. and Ferracci, F., 2001. Type III export: new uses for an old pathway. Mol Microbiol. 40 (2), 284-293.

[7] Nguyen, L., Paulsen, I. T., Tchieu, J., Hueck, C. J. and Saier, M. H., Jr., 2000. Phylogenetic analyses of the constituents of Type III protein secretion systems. J Mol Microbiol Biotechnol. 2 (2), 125-144.

[8] Macnab, R. M., Science 290, p. 2087

[9] Macnab R. M., Bacteria create natural nanomachines, USA Today, 2005 (http://www.USAtoday.com/weather/science/aaas/flagella121500.htm)

[10]May Kihara, Gabriele U. Miller, and Robert M. Macnab, Deletion Analysis of the Flagellar Switch Protein FliG of Salmonella, J. Bacteriol. 2000 June; 182(11): 3022-3028. (http://www.pubmedcentral.nih.gov/articlerender.fcgi?artid=94485)

[11] Bjorn Grunenfelder, Stefanie Gehrig, and Urs Jenal,Role of the Cytoplasmic C Terminus of the FliF Motor Protein in Flagellar Assembly and Rotation, Journal of Bacteriology, Mar. 2003, p. 1624-1633 Vol. 185, No. 5 (http://www.pubmedcentral.nih.gov/picrender.fcgi?artid=148050&blobtype=pdf )

[12] Todas las animaciones presentadas en este ensayo son fruto del esplendido trabajo de Keiichi Namba et al. del ERATO Protonic NanoMachine Project (http://www.npn.jst.go.jp/index.html )

[13] Mis agradecimientos a Mike Gene por la excelente información  dada sobre el falgelo bacteriano en este website: (http://www.idthink.net/)



2014-05-03

La complejidad irreductible ¿Es un argumento basado en la ignorancia? —Dennis Jones


En una meseta abrasada por el sol, conocida como Racetrack Playa en Death Valley, California, rocas de todos los tamaños se deslizan por el suelo del desierto. Algunas de las rocas se acompañan entre sí de a pares, lo que crea senderos paralelos, incluso giran trazando esquinas y haciendo que los rastros se asemejen a los de un automóvil. Otras recorren solitarias la distancia de cientos de metros de ida y vuelta por el mismo camino. A veces, estos caminos están ligados a su vehículo de piedra, mientras que otros no están ligados a nada, como si fuera que el instrumento que los trazaba se hubiera desvanecido.

Algunas de estas piedras pesan varios cientos de libras. Eso nos lleva a la pregunta: "¿Cómo se mueven?" Es difícil moverlas. La verdad es que nadie sabe exactamente cómo se mueven estas rocas. Nadie las ha visto nunca en movimiento. Entonces, ¿cómo se explica este fenómeno?

Algunas personas han informado haber visto a Racetrack Playa cubierta por una fina capa de hielo. Una hipótesis consiste en que el agua se congela alrededor de las rocas y luego el viento, que sopla a través de la parte superior del hielo, arrastra la capa de hielo con sus rocas incrustadas en toda la superficie de la playa. Algunos investigadores han encontrado rastros muy congruentes en varias rocas que apoyan firmemente la teoría de los movimientos. Otros sugieren que el viento es la fuente de energía detrás del movimiento de estas rocas errantes.

El punto es que cualquier conjetura, predicción y especulación de una persona es tan buena como la de cualquier otra persona. Todas estas predicciones son contrastables y falseables simplemente por la creación de instrumentos para vigilar los movimientos de las rocas. ¿Son alguna de estas predicciones un argumento de la ignorancia? No. Siempre y cuando el examinador inquisitivo haga un esfuerzo para determinar la respuesta, se trata de una labor científica perfectamente válida.

El argumento de la ignorancia sólo se aplicaría cuando alguien se da por vencido, y solamente llega a una conclusión sin ningún intento de obtener datos empíricos. No es una falacia lógica en sí plantear un argumento sobre la única base de que existe un vacío de conocimiento en cuanto a cómo las rocas se movieron desde el punto A al punto B. La única falacia lógica sería la de llegar a una conclusión sin realizar un examen más detenido. Tal no es el caso con la complejidad irreductible. La hipótesis ha resistido 18 años de investigación en los laboratorios de biología molecular, y la investigación continúa hasta este mismo día de hoy.

Un sistema de complejidad irreductible es uno en el que (a) la eliminación de una proteína hace que la máquina molecular sea inoperable, y (b) la estructura bioquímica carece una vía evolutiva que pueda ser explicada en pasos.

Así es como se podría elaborar un examen mediante el uso de nuestros conocimientos en genética, ingeniería inversa, estudios de homología y secuenciación del genoma:

I. Para confirmar la complejidad irreducible:

Mostrar:

1. La máquina molecular deja de funcionar con la eliminación de una proteína.

2. La estructura bioquímica no tiene ningún precursor evolutivo.

II. Falsear la complejidad irreducible:

Mostrar:

1. La máquina molecular sigue funcionando en caso de pérdida de una proteína.

2. La estructura bioquímica si presenta una explicación evolutiva que consiste en una secuencia de etapas.

Los 2 calificadores hacen que el falseo sea más fácil, y la confirmación más difícil.

La razón por la hipótesis de la complejidad irreducible es lógicamente válida se debe a que no hay ningún intento de sustentar la predicción (de que cierta maquinaria molecular bioquímica es irreductiblemente compleja) basándose en la ausencia de evidencia. Si esto fuera así, entonces las críticas serían correctas. Pero, este no es el caso. En lugar de ello, la hipótesis de la complejidad irreducible requiere investigación, tales como diversos procedimientos en biología molecular: (a) eliminación de genes, (b) ingeniería inversa, (c) examinar los sistemas homólogos, y (d) secuenciar el genoma de la estructura bioquímica. El procedimiento de eliminación de genes se utilizó por Scott Minnich en 2004-2005 para demostrar que la eliminación de cualquiera de las proteínas de un flagelo bacteriano hará que la motilidad de las bacterias sea nula (no pueden nadar más).

Cuando la hipótesis de la complejidad irreducible se prueba en el laboratorio usando cualquiera de los procedimientos mencionados anteriormente, es obvio que se lleva a cabo una investigación exhaustiva que demuestra la evidencia de ausencia. Hay una enorme diferencia entre la ausencia de evidencia y la evidencia de ausencia. Una de ellas es una falacia lógica, mientras que la otra es un resultado empírico, una conclusión científicamente válida a la que se llegó después de un examen minucioso. Por lo tanto, dependiendo del análisis, se puede probar una negación.

Evidencia de Ausencia

He aquí un excelente ejemplo de por qué la complejidad irreductible es lógicamente válida, y no un argumento de la ignorancia. Si yo le preguntara si tiene cambio de un dólar, usted podría decir: "Lo siento, no tengo cambio." Si usted hace una búsqueda diligente en sus bolsillos para descubrir que hay, y encuentra que de hecho no hay ninguna moneda en ningún sector de su traje o pantalón, entonces usted ha probado afirmativamente el negativo de que sus bolsillos estaban vacíos de cualquier cambio en monedas. Confirmar que usted no tenía nada de cambio en sus bolsillos no consistió en un argumento de la ignorancia porque usted llevó a cabo un examen completo y nos pareció que su declaración fue afirmativamente cierta.


Autor:  Dennis Jones.

Traductor: Daniel Alonso - Estudia Licenciatura en Ciencias Biológicas en la UNT, Argentina.

3

El diseño inteligente ¿Es un argumento basado en la falta de conocimiento? —Barry Arrington


Los oponentes del DI a menudo intentan desacreditar a nuestra teoría catalogándola de ser un “argumento hecho a partir de la falta de conocimiento”, también conocido como “argumento de la ignorancia”. Lo que sugieren suena parecido a esto:

1. El DI consiste en nada más que la afirmación de que las fuerzas materiales no-dirigidas son insuficientes para explicar el origen ya sea de la complejidad irreductible (CI) o la complejidad especificada (CE) que se encuentran en los seres vivos. 
2. Esta afirmación puramente negativa es un típico argumento de la ignorancia y obviamente invalido. Según nuestros detractores es lógicamente falso afirmar que nuestra ignorancia actual (es decir, nuestra "falta de pruebas ") con respecto a cómo las fuerzas materiales no-dirigidas pueden explicar ya sea la CI o la CE encontradas en los seres vivos, signifique que no existe tal evidencia. En otras palabras, nuestra ignorancia presente de una causa material para la CI y la CE no es evidencia de que no existe tal causa.

Esta réplica al DI falla por, al menos, dos razones. En primer lugar, el DI no es, como sus oponentes sugieren, un argumento puramente negativo de que las fuerzas materiales son insuficientes como para generar CI y CE. En sus raíces el DI es una conclusión abductiva (es decir, la inferencia a la mejor explicación) sobre los datos. Esta conclusión puede establecerse de la siguiente manera:

1. Los seres vivos presentan CI y CE.

2. No se ha demostrado de que las fuerzas naturales hayan producido por sí mismas CI y CE.

3. Los agentes inteligentes producen de forma rutinaria CI y CE.

4. Por consiguiente, sustentados en la evidencia que tenemos delante de nosotros, la mejor explicación para la presencia de CI y CE en los seres vivos es que son el resultado de la acción de un agente inteligente.

La segunda razón por la que falla la objeción de nuestros detractores de un supuesto diseño inteligente basado en un "argumento de la ignorancia", es que su sugerencia de que el DI depende de la ausencia de evidencia para existir es falsa. De hecho, el DI está sustentado en la evidencia de ausencia. En su Introduction to Logic, Irving Copi Marmer escribe acerca de la evidencia de ausencia de la siguiente manera:

“En algunas circunstancias se puede asumir con seguridad que si se hubiera producido un evento determinado, la evidencia de tal podría ser descubierta por investigadores calificados. En tales situaciones es perfectamente razonable tomar la ausencia de pruebas de que se produzca tal evento como prueba positiva de su no ocurrencia” [1].

¿Cómo se aplica esto a la afirmación neodarwinista de que las fuerzas materiales no-dirigidas pueden producir CI y CE? Charles Darwin publicó su Origin of Species en 1859. En los últimos 155 años desde que fue publicado, literalmente, decenas de miles de investigadores altamente calificados han trabajado febrilmente tratando de demostrar que las fuerzas materiales no-dirigidas pueden producir CI y CE. Ellos han fracasado.

¿Se ha realizado alguna investigación razonable por investigadores calificados? De todo tipo. ¿Se ha demostrado en 155 años de investigaciones cómo es que las fuerzas materiales no-dirigidas pueden generar CI o CE? No se ha hecho.

Por lo que yo puedo ver, hay dos y sólo dos respuestas que los darwinistas pueden dar a este argumento:

1. La investigación no ha sido razonable o razonablemente larga.

2. Danos más tiempo; la respuesta está a la vuelta de la esquina.

La respuesta 1 es absurda. Si miles de investigadores que trabajan durante más de 150 años no constituyen una investigación razonable, el término "investigación razonable" pierde todo significado.

La respuesta 2 es más de lo mismo: pagarés darwinistas que recibimos todo el tiempo.


Autor: Barry Arrington. Obtuvo el B.B.A. en 1983, de la Universidad de Texas en Arlington, y luego su título de abogado en 1986 de la misma universidad. Fue miembro de la Cámara de Representantes de Colorado desde 1997 hasta 1998, y cofundador de la Academia Jefferson, una de las escuelas autónomas de mayor éxito en el estado. 

Traductor: Daniel Alonso - Estudia Licenciatura en Ciencias Biológicas en la UNT, Argentina.



REFERENCIAS:

[1] Introduction to Logic, Copi, 1953, Pag. 95